martes, 14 de junio de 2011

HUMILDAD, SENCILLEZ, FE.

Dios siempre escucha nuestra oración; así como el enfermito de lepra pidió a Jesús por su salud, así nosotros tenemos la libertad de solicitar ayuda a Dios.

Tengamos la seguridad de que EL SEÑOR siempre nos dará lo mejor para nuestro bien. Podemos decirle a Dios: Señor, si tú quieres puedes ayudarme en esto que estoy necesitando; y Él dirá: QUIERO. Pidamos con FE, y Dios nos dará lo que más conviene.

Debemos acercarnos a Dios con humildad, apertura, sencillez y confianza... El hombre soberbio se cree superior a los demás; se olvida de Dios y del hermano y solamente piensa en sí mismo. Fuera de Dios el hombre es un ser solitario y hambriento. La satisfacción le dura poco y se acaba pronto, y el pecado jamás produce felicidad. Viene luego la soledad y le pérdida de la dignidad. Fuera de Dios es imposible la felicidad.  

Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.

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