domingo, 14 de agosto de 2011

CON DIOS TODO; SIN DIOS, NADA.

PERSISTIRÉ HASTA ALCANZAR EL ÉXITO

(Pergamino tres de "El Vendedor más Grande del Mundo", de Og Mandino)

Reconoceré que cada día la vida me pone de nuevo a prueba; pero no nací en la derrota, no; no me dejaré contagiar por los que lloran y se quejan; persistiré hasta alcanzar el éxito. 

Los premios en la vida se encuentran al final de cada jornada, no al principio. Daré siempre un paso más, y si no es suficiente, daré otro; mi esfuerzo diario será como el golpe tenaz del hacha sobre el duro roble.

Seré como las gotas de lluvia que acaban por demoler una montaña, o como la estrella que ilumina toda la tierra. Persistiré hasta alcanzar el éxito.

Desaparecerán de mi  vocabulario palabras como: "no puedo", "fracaso", "no hay esperanza"; trabajaré y alcanzaré mi meta; algunos obstáculos serán insuperados, pasando por encima o por debajo, pero ninguno me detendrá.

El eco de un "no", hará sonar en mi memoria la melodía del "sí", como la noche precede al día. No permitiré que la jornada termine en fracaso. Intentaré una vez más; el éxito de este día  está a un paso, y yo voy a darlo.

Persistiré hasta alcanzar el éxito. No dejaré que los triunfos de ayer me hagan caer en la vana complacencia de hoy. Saludaré al nuevo día con la confianza de que será superior al de ayer, pero inferior al de mañana.

Mientras haya un hálito en mí, persistiré hasta alcanzar el éxito, y lo alcanzaré.

Que Dios y María Santísima te bendigan.     Mary y Jaime.

 

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